miércoles, 29 de mayo de 2013

EL MOLINETE Y SUS MOLINOS

Imagino que todos habremos jugado de pequeño con un molinete, viendo como giraba cuando le daba el viento,

(Como hacer el GIF en movimiento en http://ejercitandoimagen.blogspot.com.es)

Si no se acuerdan, un ejemplo de como confeccionar el molinillo..
(Imagen obtenida de www.images.devilfinder.com)
pero no es este simple juguete lo que me interesa, hace unos días estuve visitando el cerro del Molinete de Cartagena, para ver como había quedado tras la última planificación urbanística, haciendo una parada obligada en el principal enclave de una de las cinco colinas de la ciudad que da nombre al cerro: el Molino de viento que más tarde fue empleado como ermita.
Me quedé un poco asombrado por lo que estaba viendo, toda la colina del Arx Asdrúbalis, estaba “pelada”, sólo se podían distinguir en su cima los restos de dos molinos, como vigías silenciosos y guardianes de un pasado con más de dos mil años.

Molino 1

Molino 2, antigua ermita y más tarde vivienda.
Desde la cota más alta, las laderas de la colina no daban la impresión de un parque arqueológico, salvo algún resto de bases de edificios y de la antigua muralla del Dean, no se habían dejado restos de una sola edificación que hiciera ver cómo estaba anteriormente, todo el espacio que marca el perímetro de las calles Honda - Puertas de Murcia - Morería Baja - San Fernando - San Vicente - Plaza de San Francisco, era todo un solar. Según el plano de Julián Saez, toda esta zona esta ocupada por más de trescientas viviendas en 1912. 
Foto satelite Google
Lo que más me extraño, fue no encontrar ninguna información en forma de panel, o letreros que pudieran aclarar la visión que estaba ante mi, no ya sólo del Molinete, sino del esplendido paisaje que tenia a mi alrededor en 360 grados: Castillo de la Concepción, puerto, castillo de Galeras y Atalaya, arsenal, campo de Cartagena, etc.
Tampoco había algún cartel que indicara los principales edificios del área urbana de Cartagena que se pueden reconocer perfectamente desde este mirador.
Estoy en una cumbre que sería en la antigüedad una estupenda atalaya, para vigilar la llanura y los caminos que llegaban a Cartagena desde el interior, igual que el cercano monte de la Concepción serviría para observar el mar inmediato y la llegada de alguna embarcación.

En el plano de Tofiño de 1788, se señala la torre del Molinete como punto más alto
para enfilar y situar la posición de la laja a la entrada del puerto.

En este otro plano de 1727 por Iacques Ayrouard, piloto real, y grabado par Louis Corne, se ve un
molino del Molinete, que conjuntamente con la torre del Ayuntamiento, se utilizan
estas alturas para situar la losa situada a la entrada del puerto
No se aprecian restos de los palacios y templos, que dicen habían en su cima desde época púnica, haciendo referencia a las importantes construcciones cartaginesas en él asentadas. Sí se aprecian vestigios de una serie de muros perpendiculares a la muralla del Dean, restos de una ocupación del cerro con anterioridad a la llegada de los cartagineses, alguna población nativa, íberos tal vez, que serían más tarde absorbidos por las diversas culturas que llegaron a Cartagena.
Actualmente en esta colina sólo quedan dos molinos, posteriores a los construidos por los árabes, que a sus inmediaciones en dirección a la actual Morería, se fueron intercalando viviendas hasta llegar a formar un barrio, habitado por los moriscos después de la Reconquista.
Vista actual de la Moreria desde lo alto del cerro. Se observa la ladera completamente desnuda de edificaciones.
La noticia mas antigua de la existencia de un molino de viento en la colina del Molinete son unas cuentas del Mayordomo del Ayuntamiento cartagenero en 1506, donde se relaciona un pago por la construcción de un molino de viento.
En un acta capitular de 18 de marzo de 1571 el municipio autorizó a D. Diego López de Aguilera, Proveedor que fue de las Armadas Reales, a reedificar dos antiguos molinos de viento que había en lo alto del molinete, lo que presupone la existencia de antiguo de estos artificios eólicos en dicha colina. El molino de viento era considerado como un elemento que contribuye a generar riqueza, por lo cual se permite su construcción.
En la Descripción de Cartagena de Gerónimo Hurtado, en el año 1589, habla de una población de 1.500 habitantes en la que hay dos cerros, uno del Castillo y otro del Molinete donde existe un molino de viento.
En la obra Discurso de Cartagena del Licenciado Cascales, de 1611, indica haber un molino de viento en el Molinete.
Vista de la parate superior del plano de 1667, por Bautista Balfagón, de la bahia de Cartagena,
 donde se aprecian unos molinos a la izquierda (Archivo de Simancas).
Hay un plano en el Archivo General de Simancas, de fecha 5 de diciembre de 1678, detallando el frente de Trincabotijas y del puerto, con un diseño de la ciudad de Cartagena, efectuado por el ingeniero Pedro Maurel, donde se aprecia un molino sin velas en la cima del Molinete. 
Plano de Pedro Maurel diciembre 1678, a la izquierda la ciudad de Cartagena

Detalle del plano anterior, donde se aprecia el casco de Cartagena:
 A - Castillo Concepción, B - Molinete (flecha roja molino), C - Catedral antigua,
D - Muelle, E - El Arenal, F - Rambla Santa Florentina.
El 16 de abril de 1833, se concede permiso a José Pérez para que construyera otro molino harinero en esta colina.
En una obra sobre los Cuatro Santos de Cartagena de 1764 escrita por el franciscano Antonio Herraiz, hay un grabado con las figuras de los santos citados, teniendo como base el gráfico una vista panoramica de Cartagena.


Portada libro "Los quatro Misticos Rios del Paraiso de la Iglesia", archivo autor.

Grabado donde se aprecia una visión de Cartagena en 1764, distinguiendose
A - Muelle, B - Molino de viento en el cerro del Molinete, C . Torre del Ayuntamiento, D - Catedral Vieja,
E - Casa de los Cuatro Santos, F - Castillo de la Concepción, G - Cerro Despeñaperros o de la Cruz
A las aspas del molino se ataban unas lonas para facilitar el movimiento por medio del aire, las aspas se podian girar en dirección al viento, razón de ser de estos molinos en lo alto de la colina, para favorecerse de cualquier viento dominante. A partir de mediados del siglo XIX, en los molinos de Cartagena no hay aspas propiamente, sino solamente lonas en forma de vela triangular, que se enrollaban en el palo del aspa, cuando no eran necesarias.
D. Ginés García Martínez publicó en 1969 su libro " Los molinos de viento de Cartagena", donde aparece un molino de viento con arboladura de velas en una fotografía de 1884, y que corresponde al molino llamado de San José o Molino Viejo, que es el situado en la cota más alta del cerro. A la derecha de este molino aparece una torre ligeramente troncocónica rematada con una pequeña cúpula tejada y que era la llamada ermita de San Cristóbal o del Cristo de los Ciegos que aparece en el siglo XVII.
                                                                           
Detalla D. Ginés los dos molinos existentes en esa fecha, uno en la plaza de la Tronera nº 27 (de moler, hoy vivienda), y el otro en la calle San Cristóbal del Molino nº 21 (de moler, ahora es vivienda).
A estos dos molinos harineros que se conservan debe el cerro su topónimo actual. Ambos están declarados Bienes de Interés Cultural.

A la derecha se puede observar la cúpula tejada del molino-ermita. Foto Casaú.
En esta foto posterior ha desaparecido la techumbre del molino.

Se puede apreciar lo abandonado de la zona
A raíz de la construcción de la llamada "muralla del Dean", en el S. XVI, sus laderas y cumbre se van ocupando de viviendas al resguardo de esta obra defensiva. A finales de esa centuria era ya un barrio muy poblado, por lo que, al construirse la nueva muralla por orden de Felipe II, a cargo de Antonelli en 1570, toda la colina queda incluida en su perímetro para proteger a sus habitantes.
Al estar apartado de la zona urbana, este barrio dio lugar al carácter amoral y licencioso que tuvo posteriormente, pero hay que tener en cuenta que con el consenso de los gestores municipales, un ejemplo: 
Juan Vázquez, representando a su madre Petronila Fajardo, solicitó el 11 de julio de 1569 emplazar unas mancebías, rogando le señalaran el sitio más adecuado para ello. No tardó mucho en ser contestado por el Ayuntamiento, concediéndole lugar junto a las murallas, fuera de la Puerta de Murcia, en el barrio de la Morería, firmadose esta respuesta por los Regidores don Lope Giner, don Andrés de la Xara, don Luis de Morales y don Pedro Garre.
Las mozas que tenia la tal Petronila, se paseaban por las calles aledañas con un velo que les tapaba la cara, dando lugar, muchas a veces a confusiones, ya que las tomaban por mujeres honradas, y a la inversa, las féminas decentes que llevaban el rostro cubierto podían ser confundidas por unas “fulanas”.
En base a ello, el 27 de septiembre de 1571, el Cabildo cartagenero dictó un acuerdo donde “…ninguna mujer de cualquier condición pueda ir sino descubierto el rostro como dicho queda; y que lo contrario hiciera caiga en la pena de perder el manto y diez días de cárcel, y que sea llevada desde donde se la hallare con el rostro cubierto a la prisión sin manto, el cual en su valor sea repartido de esta manera: la tercera parte al Hospital de esta ciudad, la otra parte al juez que la sentenciare y la otra para la persona que la detuviese…”.
En cambio en la otra parte del Molinete, la falda que mira hacia el mar, se fueron construyendo viviendas, que ocupaban personal del Ejercito y de la Marina. Este aspecto hizo al Ayuntamiento en 1738 revalorizar el valor de los terrenos, planificando y urbanizando esta zona.
En la Plaza de los Gatos, en 1728 el mayordomo de la Cofradía del Rosario de la Aurora, Fulgencio Montoya, organizaba desde su casa todas las vísperas de fiesta, por la noche, una cuadrilla para cantar acompañado de guitarras y campanillas, los villancicos del rosario bajo las ventanas de los Cofrades de la Hermandad; por este motivo la plaza paso a llamarse de “La Aurora”.
Entre sus calles se podían encontrar a gente de todo tipo desde las clases más altas hasta las más ínfimas. Uno de los habitantes de esta nueva área de la cara sur del cerro, que venía trasladado desde Valencia fue D. Francisco Xavier Almela, con título y privilegio de hidalguía concedido por el rey Carlos III en 1775, teniendo licencia del Ayuntamiento para colocar su escudo de armas en la fachada de su reciente vivienda, tomando la nueva calle el apellido de su propietario Calle de Almela.
La calle de Ignacio García, tomo este nombre de un oficial de la Milicia Honrada que vivía en ella.
En la calle Paraíso residía en 1612 un genovés llamado Juan de Paradisso, Correo Mayor de la ciudad además de ser un rico mercader.
El pintor italiano Salustio Lucas, vivía en 1638 en la calle de Grajuela, así como en 1769, D. Antonio Sambazart, Comisario de Compras del Real Arsenal, y su hermano D. José Sambazart, Teniente del Regimiento de Caballeria de Farnesio; posteriormente, año 1828, vivió un familiar de los anteriores, Diputado del común, D. Antonio Sambazart, tomando la calle el nombre de esta familia.
Pese a estas gentes principales, poco a poco la zona alta del Molinete quedó sin control, empezando a edificarse de cualquier forma dando lugar a la formación de calles estrechas, empinadas y tortuosas.
Con el transcurso del tiempo, toda la ladera sur se fue degradando, especialmente en el eje comprendido entre la plaza de la Aurora y Cuesta del Maestro Francés, ocupando las viviendas cada vez más gente de conducta licenciosa, se fueron creando tabernas y cafés donde los aventureros y pícaros buscaban donde acogerse.
Lo mismo ocurría con los soldados y la marinería de las galeras, que al llegar a puerto buscaban un burdel donde buscar esparcimiento. Llegaron a ver más de cuarenta establecimientos, lo que provocó que por el dinero fácil que generaba y la inclinación amoral de unos y otros, fuera un sostén para todo esta parcela del Molinete. 
Ubicación de los principales bares y salas, como el Trianón, ocupando el eje plaza
de la Aurora a la Cuesta del Maestro Francés, y las calles aledañas de Falsacapa, de la Torre y Adarve

Muchos de tales establecimientos tenian nombres muy pecualiares: La Madrila, el Gato Negro, la Puñalá, el Pajarito, Trianon, la Madrila, etc.
Sobre todo en el siglo XIX, fue tal el resurgir vergonzante de esta zona, que el nombre de Cartagena llegó a ser conocido en muchos sitios del Mediterráneo por la viciosa mercancía que aquí podían encontrar.
Eso no quiere decir que fuera de este entorno no vivieran en el Molinete personas decentes, sobre todo por encima del eje antes citado de la calle de la Aurora y en la falda norte, hacia la calle San Fernando, y mas al oeste hacia la Morería, es decir, la mayor parte del barrio, vivia gente modesta y honesta ajena a estos trapicheos de baja moral.
En esta zona los alquileres solían ser más económicos, razón muchas veces de su ocupación por personas bajas de recursos. 
Visión de los dos molinos desde la base del Molinete, en el nuevo Parque Arquelógico recien inaugurado.
A la izquierda el de San Cristobal reconvertido posteriormente en ermita.
El final de toda esta zona le llegó el 21 de junio 1974 con la demolición de todo el barrio.

Derribando últimas viviendas del cerro del Molinete
Bibliografía:

- Otra historia de los Molinos. V. Montojo, La Verdad 17-8-1986
- El Molinete de Cartagena. J. Rodríguez Canovas, Athenas ediciones 1971.
(Con el título “Los Orígenes del Molinete, apuntes iniciales para su historia” este autor publicó en El Noticiero los días 5,6,7 y 8 de agosto 1963, la parte primera de esta publicación).
- El Molinete. Semblanzas y pasajes de un barrio en lo alto. José Juan Aniorte García, Editorial Áglaya, 2011. 
- Historia de las calles de Cartagena, Federico Casal Martínez. 1930.
- El molino de viento en Cartagena durante el siglo XVIII, Francisco José Martínez López, María Dolores Ayuso García, Isabel García Díaz, Universidad de Murcia. 2009.
- El templo de Santa María de Gracia de Cartagena heredero de la Catedral Antigua. José Mª Rubio Paredes, 1987.
- Archivo de Simancas.
- Hemeroteca Municipal de Cartagena.
- Archivo fotográfico Casaú. Proyecto Carmesí.

6 comentarios:

  1. He descubierto por accidente su Blog, Juan, y me he quedado asombrado.
    Como cartagenero y enamorado de Cartagena no puedo mas que felicitarle y darle mi mas sincera enhorabuena por los magnificos trabajos que ha realizado en todas y cada una de las entradas de su Blog. Me parecen obras sublimes, tan excelentemente narradas y documentadas que merecen ser publicadas en un libro para el deleite de todos aquellos que quieran disfrutarlas.

    Su ultima entrada es de junio de 2013, espero poder seguir disfrutando de estos magnificos articulos.

    Santiago.

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  2. Perdón por el retraso en contestar al amable elogio que hace de mi Blog, me encontraba de viaje y estaba "desconectado" de Internet.
    Me alegra que desde Houston haya personas interesadas, como Ud., en esta bonita ciudad del sureste de España, y sobre todo en sus temas historicos-culturales.
    Efectivamente, mi última aportación fue en junio del año pasado, pero espero en breve, volver a retomar el reto de seguir aportado más articulos con temas de mi tierra en este Blog.
    Si, como dice, le gusta Cartagena, y está interesado en algún tema específico, y puedo ayudarle con mi fondo bibliográfico, no dude en indicarmelo en juanalmarzapozuelo.blogspot@gmail.com
    Reciba un cordial saludo.
    Juan Almarza

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  3. http://elmolinetecartagena.wordpress.com/

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  4. Es maravilloso!. Muchas gracias por publicar este tipo de cosas en un blog al que podamos tener acceso los ciudadanos. Se lo agradezco infinitamente. Seguiré sus publicaciones de ahora en adelante. Un auténtico placer leer un magnífico trabajo. Gracias!

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  5. Hola Juan, buen artículo redactado y documentado. Hace tiempo hice una entrada en mi blog sobre los molinos cartageneros, por si te interesa leerlo: https://historiasdecartagena.wordpress.com/2014/04/20/molinos-de-viento-cartageneros-algo-mas-que-simple-maquinaria/

    Sigue así, un saludo.

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    1. Muchas gracias por la amables palabras.
      Sí, conocía su blog "Historias de Cartagena", y por tanto el de los molinos cartageneros, con todos los trabajos debidamente documentados.
      Tengo abandonado el blog, aunque tengo varios artículos "en quilla", no sé cuando los publicare.
      Un cordial saludo..

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