SUEGRA

Ayer cumplimos un deseo de mi suegra, visitar el lugar que dejó hace 44 años, Rincón de Bonanza, a dos kms. de Orihuela (Alicante). Durante 11 años mi suegro, fallecido, fue jefe de maquinas de la algodonera sita en esa localidad. Muchos eran los recuerdos que tenia y quería revivirlos, viendo a sus antiguos vecinos y amigas. Lo propuso a sus hijos, y estos después de algunas llamadas por teléfono, consiguieron contactar con varias de sus antiguas amistades, emplazándose una visita para este pasado sábado 7 de julio.

Nos desplazamos a Orihuela mi suegra, sus cinco hijos, los cónyuges, cuatro nietos, el novio de una de las nietas. Antes de la cita, que habían concertado sus hijas en un restaurante, llevamos a la “yaya”, así la llaman mis nietos, es decir sus biznietos, a visitar los sitios céntricos de la ciudad, encontrándola, por supuesto muy cambiada a medida que íbamos paseando.

En el restaurante, fue muy emotivo el encuentro con aquellos antiguos amigos, tanto por parte de mi suegra como de mi mujer y cuñados, nos agasajaron con una copiosa comida. Tras ella nos desplazamos a la casa que estuvieron viviendo en el Rincón de Bonanza, podéis imaginaros, toda la tarde visitando a unos y otros vecinos.

En el atrio de la casa, sus amigos nos ofrecieron una merienda-cena, despedida y promesas de vernos más a menudo… No me acuerdo haber visto mayor cantidad de besos volando al aire, se inclinaban del lado izquierdo, se juntaban las mejillas, luego del derecho, fruncían los labios y el beso salía al vacío.

Mi mujer se llevó una sorpresa al verse retratada cuando era niña, en un libro que le obsequiaron donde se resumía los 50 años de vida de la parroquia local. La foto era de 1960,  casi ná…

Pasamos todo un día en familia, ese concepto que ahora parece que se pierde cada vez más. Como decía Noel Clarasó: “El hombre puede llegar a no tener familia, pero empieza siempre por tenerla; en eso de la familia hay algo que no depende de uno”.

Iglesia de San Joaquín y Santa Ana - Rincón de Bonanza.