Mi media naranja indica apetecerle un Martíni. Lo preparo como siempre, desde hace años; pongo en la coctelera un par de cubitos de hielo, dos porciones de Martíni Rojo, un clavo (de especia, se entiende), una porción de ginebra seca, tres/cuatro gotas de limón, agitar la coctelera unos segundos, para que se enfríe el liquido y servir en copa adecuada. Suelo ponerle un par de olivas manzanilla, sin hueso, pinchadas cada una en un extremo de un mismo palillo, y las dejo bucear en la copa.
Ayer llegó a mis manos una revista de gastronomía, donde en uno de sus apartados, explicaba el periodista el mundo de los cócteles actuales. Me quedo asombrado cuando leo el nombre que se le da al barman (la persona que siempre preparaba el cóctel): MIXÓLOGO.
No encuentro muchas referencias sobre la etimología de la citada palabreja, pero me da la impresión que el clásico coctelero, no quiere quedarse en eso, en barman, quiere desfigurar su origen, y por lo que describen en la revista, el Mixólogo es la persona que requiere una buena dosis de don de gentes, psicología, discreción, y buenas dotes de conversación en varios idiomas… James Bond quedaría asombrado, al escuchar: - Su mixólogo le acaba de preparar su clásico Dry Martini, mezclado, no agitado...
¿Sabéis la forma de servir esa tradicional bebida del espía 007?:
Martini seco, vodka, una copa de cocktail, palillos, Aceitunas. Primeramente, añadimos a la copa unas gotas de Vodka, seguimos ahora con el Martíni seco (se recomienda servir frío) llenando la copa hasta el borde. A continuación, tomamos un palillo, pinchamos una aceituna y con ella mezclamos el contenido de la copa; dejamos el palillo con la aceituna dentro de la copa. Y con esto ya tendremos nuestro Dry Martini, a lo James Bond, listo para tomar.
Al día de hoy, hay una gran cantidad de combinaciones que suelen pedirse en los bares de copas, antiguamente coctelerías, desde un mojito a la piña colada. En mi juventud ya era un alarde pedir en el bar Americano de la calle Mayor, un Manhattan, o un Bloody Mary si la noche anterior había sido excesiva en tragos.
Me despido tomando un Martíni a lo Bond, aunque parece ser que en su próxima película, hace propaganda a una famosa marca de cerveza, y no a su habitual cocktail.
Lo clásico esta visto que no perdura.
Que sigáis con vuestros días de verano.
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