El historiador y biógrafo Plutarco, nos relata en su obra “vidas paralelas” como un patricio romano, Publio Clodio Pulcro, muy querido por el pueblo y dueño de un buen patrimonio, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César. No pudiendo controlar su pasión por ella, vio una ocasión con motivo de la celebración de la fiesta de la Buena Diosa (Bona Dea), a la que sólo podían asistir mujeres, para introducirse en la casa de César disfrazado de fémina, pero fue descubierto y llevado a juicio por engaño y sacrilegio.
Julio César pidió el divorcio de su mujer, aunque estaba seguro que ella no le había sido infiel, puesto que no le agradaba que su mujer fuera sospechosa de adulterio: “La mujer del César no bastaba que fuera honesta, también tenia que parecerlo”.
Viene en relación esta frase tan conocida, a la información a parecida en diversos medios, con referencia a la próxima deducción de la paga extraordinaria de Navidad, a los funcionarios de la Región de Murcia… pero parece ser que esta medida no afectara a los cargos políticos, ya que ellos no son funcionarios.
Bonita manera de predicar austeridad para los demás, pero que no me alcance a mi bolsillo. Me parece una desvergüenza, sobre todo si se compara el salario de muchos empleados públicos, que son “mileuristas” con el cobrado por el ingente número de políticos o asesores a dedo, que superan los cuatro o cinco mil euros.
Todo este cinismo de la clase política, imagino que alguno habrá honrado, provoca que el ciudadano se vaya educando en toda esta tramoya de “aquí vale todo por el dinero”.
Un ejemplo escuchado esta mañana por la radio: en el programa de Carlos Herrera, donde participan los oyentes y comentan su particular experiencia sobre el tema que se debata ese día; el argumento de hoy era que había ocurrido después de haber grabado algún vídeo (con cámara o teléfono móvil) que pudiera ser un poco comprometido. Después de algunas llamadas más o menos jocosas, sobre temas de tipo erótico o delicados para la persona filmada, dan entrada por antena a un individuo que extrañado por ver casi a diario, en la entrada de la fábrica donde trabajaba, un coche que desconocía , un día espero a que cerraran para ver que pasaba, descubriendo que su jefe (hombre) se “morreaba” con el señor que conducía el coche, y sin pensarlo, lo grabo con su móvil; desde entonces dice que vive estupendamente, coche, dinero, etc., en una palabra hacia chantaje, y se enorgullecía de esta coacción ante toda la audiencia.
Los tertulianos, comentaron el descaro y la indignidad del individuo en cuestión… Reconozcamos que se ha perdido la decencia…
Si seguimos con esta escalada de presión al ciudadano, tendra que llegar algún cambio brusco en la sociedad para que puedan cambiarse estas injusticias.
ResponderEliminarManolo
Lo que no puede ser es que paguen la crisis los de siempre, es decir el personal de a pie. Si se sigue insistiendo siempre en las mismas personas para salvar el barco, mal camino llevamos...
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